Comunes tanto en aquellas personas con trabajos de oficina como en aquellas con estilos de vida activos, en ocasiones las contracturas afectan a personas sin que estas siquiera lo sepan. Conoce cómo identificarlas a continuación:
Una contractura es, en esencia, una contracción permanente e involuntaria de un músculo. En otras palabras, es como si estuvieras apretando un músculo sin darte cuenta.
Si bien las contracturas se pueden producir por sobrecargas producto de la actividad física intensa, la mayoría de ellas ocurren debido al estilo de vida sedentario propio de la vida moderna. Mucho tiempo en una misma postura hace que los mismos músculos se encuentren bajo presión por periodos de tiempo prolongados.
Muchas personas tienen contracturas y no lo saben. Esto ocurre cuando se normaliza el dolor y la falta de movilidad, acostumbrándose a la presencia de ambos en lugar de solucionarlos. El problema de no tratar las contracturas es que los tejidos que no tengan el movimiento necesario para conservar su elasticidad se volverán tejidos rígidos, limitando aún más la movilidad de la persona.
A continuación te presentamos formas de identificar si tienes una contractura:
Dolor muscular en un punto específico: ocurren por lo general en el cuello, la espalda o las piernas.
Falta de movilidad: te cuesta agacharte, te duele hacer un movimiento específico, tienes mayor movilidad en una extremidad que en la otra (por ejemplo, puedes girar más el brazo izquierdo que el derecho).
Debilidad muscular: tienes poca fuerza, o sientes un dolor que te impide hacer movimientos que deberían ser normales.
El no tratar las contracturas generan los llamados nudos, los cuales son segmentos de tejido inelástico endurecido. Existen diversas formas de “aflojar” dichos nudos, entre las cuales se cuentan:
1. Aplicación de calor
Tiene un efecto analgésico y relajante, permitiendo que el músculo contraído involuntariamente se afloje. Para ello recomendamos un masaje con piedras calientes.
2. Masajes
Aumenta el flujo sanguíneo en la zona, ayudando a la recuperación de los tejidos. Además, alivia gran parte del dolor de forma casi inmediata. El masaje debe ser hecho por profesionales ya que de lo contrario la lesión puede empeorar. Existen masajes específicamente diseñados para tratar las contracturas, tales como el masaje descontracturante.
Las contracturas pueden afectar en gran medida tu calidad de vida. La buena noticia es que, en la gran mayoría de los casos, se pueden resolver sencilla y rápidamente. Si sientes que puedes tener contracturas te invitamos a acudir a uno de nuestros spas en Monterrey para que nuestros profesionales te brinden la ayuda que necesitas. Para reservar una cita puedes contactarnos al:
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